La clase media en Argentina ha experimentado una notable reducción, según el análisis del consultor Guillermo Oliveto. Aunque el 80% de la población sienta que pertenece a este sector socioeconómico, la realidad es bastante diferente.
De acuerdo con Oliveto, la clase media se ha visto considerablemente reducida, y en la actualidad existe una tensión entre los deseos y las posibilidades concretas. Los valores asociados a la clase media abarcan al 80% de la población, un porcentaje mucho mayor de lo que realmente corresponde a esta categoría. Sin embargo, esta percepción está relacionada con nuestro origen, el espíritu de los inmigrantes y la movilidad social ascendente, características que todavía se mantienen.
En opinión del consultor, los valores de este sector incluyen la idea de que el dinero se gana trabajando, que es necesario hacer esfuerzos y que el Estado no debe entrometerse en la vida de las personas. Existe un lema que resume la mentalidad de la clase media: “no me toquen lo mío”.
“Estos valores son nuestra última reserva moral”, destacó Oliveto en declaraciones al programa “Esta mañana” de radio Rivadavia.
El consultor considera que, para ocultar la angustia provocada por la situación del país, la sociedad tiende a consumir bienes de corto plazo. Sin embargo, advierte que en sectores de clase media baja hay familias que admiten no haber consumido carne en un año y medio.
“Hoy en día, tenemos un país dividido en dos grandes mundos: aquellos que se encuentran cerca de la línea de pobreza y la clase media baja, que aún no es pobre pero está cerca, y aquellos que se encuentran por encima de esta línea. Dolor y miedo son las palabras que aparecen en todos nuestros estudios”, enfatizó Oliveto.
Además, señaló que la clase media históricamente ha demostrado ser muy volátil, ya que puede aprobar fervientemente algo en un momento y desilusionarse y cambiar de opinión al día siguiente.
En este contexto, Oliveto evaluó que el gran desafío que se presenta es cómo corregir los problemas económicos, dentro de un marco de tolerancia social que permita que estas correcciones sean viables y aceptables.
Con información de Gerardo Choren para Noticias Argentinas