En noviembre de 2010, un hombre llamado William Tunstall-Pedoe, que años después crearía la inteligencia artificial “Amazon”, le pidió a un algoritmo que él mismo había diseñado que eligiera el día más aburrido de la historia. La respuesta fue el 11 de abril de 1954. Los hechos que acontecieron ese domingo y que la tecnología descartó por intrascendentes
“No hay noticias”, dijo el locutor de la radio británica BBC antes de que la extensión del servicio informativo se completara con música instrumental. En vez de hechos, circunstancias, datos y novedades, en el boletín de noticias de las 6:45 del viernes 18 de abril de 1930 sonó un piano de fondo. La programación del servicio inalámbrico continuó con una transmisión desde el Queen’s Hall en Langham Place de la ciudad de Londres, donde se sintonizaba la ópera Parsifal de Wagner.
8759 días después -casi 24 años-, en otro día perdido de abril, “no hubo noticias”. El 11 de abril de 1954 fue elegido como “el día más aburrido de la historia”, un domingo que hizo de su inexpresividad, de su indiferencia, de su nulo aporte histórico, un hito ilustre: el maravilloso día del siglo XX en el que las eventos noticiosos no trascendieron. “Este día en particular fue extremadamente notable porque casi no sucedió nada”, definió William Tunstall-Pedoe, el responsable de haber designado a una fecha aleatoria e insignificante del calendario con relieve de efeméride.
Hay discrepancias entre el día de las “no noticias” y el día más aburrido de la historia. La cadena británica era una operadora de radiodifusión aún joven e incipiente de apenas tres años de vida. Cubría servicios de noticias y anuncios gubernamentales valiéndose de un elevado estatus de objetividad y honestidad periodística, sin fomentar el sensacionalismo. Aún la BBC presume haber reconocido que ese viernes 18 de abril de 1930 no hubo noticias destacadas para transmitirle a la comunidad.
El 11 de abril de 1954 es, en cambio, una cruz en el almanaque subrayada por un algoritmo. No es el día en el que no pasó nada, sino el día en que las cosas que pasaron carecieron de relevancia. El aburrimiento es el “cansancio del ánimo originado por falta de estímulo o distracción, o por molestia reiterada”, según la definición protocolar y real de la Real Academia Española. De aburrido, William Tunstall-Pedoe propuso un juego o un ensayo. En septiembre de 2005, había fundado la empresa llamada True Knowledge (“Conocimiento verdadero”): una compañía tecnológica dedicada a resolver inquietudes de la gente. Era un software de motor de búsqueda semántica diseñado para que el usuario encontrara respuestas automáticas sin ambigüedades, sin ambivalencias, sin opciones: un resultado y ya.
La ironía de todo es que el cálculo adulteró la identidad del día: ahora, por ser excepcionalmente aburrido, intrascendente o trivial, se volvió interesante. Wikipedia destacaba, en 2018, que el 11 de abril de 1954 solo era recordado como el día menos agitado desde el primer año del siglo XX. “No se sabe que hayan ocurrido eventos significativos de interés periodístico, nacimientos o muertes en este día”, aún dice. Lo que provocó fue un efecto rebote: los usuarios comenzaron a cargar de información contrastable de cierta relevancia. Así, ese domingo teóricamente soporífero tiene más reseñas periodísticas que los acontecimientos que apuntan los días previos y los días siguientes.
Fue la primera canción de rock de la historia en alcanzar el número uno
El descubrimiento impulsó la carrera de William Tunstall-Pedoe. Dos años después de haber difundido la existencia del día más aburrido de la historia, lanzó EVI, un programa de inteligencia artificial con el que se puede entablar una comunicación verbal u oral. “Era esencialmente una aplicación que permitía buscar cosas y encontrar respuestas escribiendo una pregunta en un cuadro de búsqueda o haciéndola en voz alta. La aplicación también permitía realizar una serie de acciones, como llamar a personas y otras funciones telefónicas”, detalló Business Insider en un artículo de 2016. “La idea era que la gente pudiera pedirle a las computadoras lo que quisieran de forma totalmente natural, que se les entendiera y que la computadora respondiera. Nada de adivinar palabras clave o buscar enlaces”, explicó el informático.
En junio de 2012, True Knowledge pasó a llamarse Evi Technologies. Dos meses después, cuando la firma disponía de treinta empleados, fue adquirida por Amazon a cambio de 26 millones de dólares. El corolario fue la creación de Alexa, el asistente virtual desarrollado por la compañía estadounidense, sostenido en las investigaciones y tecnologías suministradas por la invención de William Tunstall-Pedoe, el padre del día más aburrido de la historia: ese domingo 11 de abril de 1954 en el que ocurrieron cosas de magra importancia. El algoritmo no pudo haber elegido, por caso, el día siguiente, porque ese lunes 12 de abril de 1954, Bill Haley & His Comets grabaría Rock Around the Clock con la discográfica Decca Records: la primera canción de rock que llevó al género al mainstream de la música.