Gonzalo Higuaín casi se agarró a las piñas a la salida de una discoteca en Ibiza, la isla española donde el futbolista argentino pasa sus vacaciones.

Vestido con una camisa de rayas abierta, pantalón negro y camuflado bajo un sombrero, Pipita trata de pasar inadvertido entre la multitud tras el cierre de la fiesta Flower Power. Pipita estaba acompañado por su compañero de la Selección nacional, Ezequiel Lavezzi.

Un joven aficionado y compatriota de Higuaín se acercó para pedirle una fotografía, mientras sus amigos graban la escena con sus teléfonos celulares. Pipita se negó, aunque tiende la mano al chico, que se gira hacia sus colegas orgulloso. Uno de los fans le dijo: “Andá, que no metes ni un penal”.

Entonces, el delantero se molestó y encaró a los jóvenes: “Vos no me dices eso”, les respondió, mientras amaga con dar un puñetazo, aunque en ningún momento llega a agredir a nadie. En ese momento, los chicos le realizan el gesto del dedo.

“Borrá el video o te arranco la cabeza”, les dijo Higuaín, mientras Lavezzi, su compañero de fiesta y evitando líos, huye del lugar. Mientras la gente que rodea al Pipita lo introduce a la discoteca, que ya está cerrada, y le saca por la puerta de atrás en una furgoneta negra con los cristales oscuros.