El anunciado banderazo que se había impulsado en la víspera desde las redes sociales para molestar el sueño del seleccionado argentino esta madrugada en el hotel de concentración, ubicado en el centro de Santiago, no prosperó ya que solamente una decena de aficionados se acercó al lugar haciendo sonar algunas cornetas pero inmediatamente fueron dispersados por los carabineros instalados en las inmediaciones de la zona.

“Si Lio puede dormir bien, por lo demás no hay problemas”, anunció ayer Sergio Agüero, quien aseguró que lo que más le molestaba de esa concentración tan céntrica era “el ruido de los autos”. Pero definitivamente fue el tránsito de la zona lo que más molestó a los futbolistas argentinos, porque los hinchas chilenos no concretaron su amenaza.

E inclusive estos aficionados, también por redes sociales, llamaron ayer a no silbar el himno argentino que se entonará antes del partido, algo que sí ocurrió de parte de los hinchas chilenos en la semifinal frente a Paraguay jugada en Concepción.