El 2 de noviembre del año 2020, empleados del Ministerio de Salud de Córdoba, junto con amigos, se fueron a bordo de una ambulancia a pescar y cazar a la zona de La Rinconada, en el Departamento Río Seco.
El insólito procedimiento lo realizó Gendarmería Nacional en un control ubicado a la altura de Santa Elena, los uniformados divisaron que a lo lejos se aproximaba una ambulancia en la cual, al ver el control, el conductor enciende las sirenas y acelera. Esto les llamó completamente la atención por lo que decidieron hacerla frenar para controlarla. Se trataba de una ambulancia oficial, ploteada con los logos del Ministerio de Salud del Gobierno de la provincia de Córdoba.
La gran sorpresa de los Gendarmes fue al abrir las puertas de la unidad de traslado y encontrar a seis hombres y una mujer en su interior. Pero además estaba repleta con cañas de pescar y unas 6 o 7 conservadoras con pescados, carne de otros animales faenados, gaseosas, cervezas y entre otras cosas.
Al interrogarlos, los ocupantes respondieron que eran de Córdoba capital y habrían reconocido que volvían de pescar y pasar “el finde”.
Luego se conoció que en realidad eran dos los vehículos oficiales involucrados; una Ambulancia Fiat Ducatto, que servía para el traslado de insumos y con la que inician el viaje, la cual se rompe y la resguardan en un domicilio de Sebastián Elcano, y después un empleado del Ministerio desde Córdoba les envía de auxilio una flamante ambulancia de traslado de pacientes para que pudieran regresar. Todo esto ocurrió en plena pandemia de Coronavirus en la provincia, momento en el cual la disposición de cada ambulancia era determinante para salvar vidas.
La investigación del caso y el trabajo para recolectar todas las pruebas estuvo a cargo de la Fiscal Fabiana Pochettino de la Fiscalía de Instrucción de la ciudad de Deán Funes. A tres años de aquel escándalo, la Cámara Segunda del Crimen con jurados populares condenó a dos empleados provinciales por el delito de Peculado.
Los acusados son; el Paramédico Fabián Jeréz de 52 años de edad y Claudio Tapia de 44 años. Jeréz, era quien conducía la primera ambulancia y Tapia, quien envía el otro vehículo.
El Fiscal que llevó adelante la acusación en la Cámara del Crimen, Martín Berger, contó que, al momento de comenzar el juicio, los acusados reconocieron “lisa y llanamente” los hechos por los cuales se los acusaba, razón por lo cual se registró una situación similar a la del juicio abreviado. El Tribunal condenó a Fabián Hugo Jeréz a tres años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos, mientras que a Claudio Tapia a la pena de dos años y ocho meses de prisión y lo inhabilitó a perpetuidad para ocupar cargos públicos.
En ambos casos, las penas de prisión serán de cumplimiento condicional, o sea en libertad.