MATÓ A SU HIJA, LA CONDENARON A PERPETUA Y AHORA GOZARÁ DE PRISIÓN DOMICILIARIA PARA CUIDAR AL NIÑO QUE TUVO EN LA CÁRCEL
En Mendoza, un reciente fallo judicial generó polémica en los Tribunales locales por el beneficio a una mujer que está cumpliendo la pena máxima por matar a su hijita de 18 meses hace más de una década en Rivadavia.
La filicida Laura Noemí Cecchi Alonso (33), pasó a cumplir su condena en la modalidad de prisión domiciliaria por decisión del juez Darío Dal Dosso, del Juzgado Penal Colegiado Nº 1 de la Tercera Circunscripción Judicial (Zona Este), aunque el Ministerio Público luchará para que vuelva a la cárcel.
Pese a que en la audiencia, que se celebró el 24 de enero, el fiscal Héctor Rosas -estuvo subrogando a su par Mariano Carabajal- se opuso a lo solicitado por la defensa de la mujer, para el magistrado estaban dadas las condiciones para que salga de la cárcel y continúe purgando su pena en el domicilio de un familiar.
Básicamente, el pedido estaba sustentado en que Cecchi debe cuidar a su hijo, quien nació y fue criado en prisión. Debido a que el pequeño cumplió recientemente los 5 años, ya no podía continuar viviendo en contexto de encierro, según lo establece el artículo 195 de la Ley Nº 24.660 (de Ejecución de la Pena Privativa de Libertad).
En ese sentido, Dal Dosso tuvo en consideración un informe del Régimen Abierto de Mujeres (RAM) -sector carcelario dedicado a los hijos e hijas de mujeres privadas de libertad-, el cual sostenía que Cecchi se encuentra apta para quedar a cargo del cuidado de su hijo.
Además, el juez tomó ciertos recaudos para monitorear a la mujer, entre ellos, que utilice una tobillera electrónica mientras permanece con prisión domiciliaria.
Ahora, luego de quedar detenida en su domicilio, el fiscal en jefe de la UFI Rivadavia-Junín, Mariano Carabajal, apeló el fallo de Dal Dosso, solicitó un peritaje psiquiátrico más profundo sobre Cecchi y pidió que un Tribunal en pleno defina la situación de la mujer.
Se espera que en los próximos días se realice el sorteo para que los jueces de segunda instancia analicen el caso de Cecchi y determinen si podrá seguir cumpliendo su castigo fuera de prisión o si le corresponde volver a quedar tras las rejas.
Casamiento y embarazo en la cárcel
Cecchi no sólo es conocida por el conmocionante asesinato de su hija, sino que también tomó trascendencia a mediados de 2012, cuando protagonizó el segundo matrimonio igualitario en contexto de encierro en Mendoza.
Por aquel entonces, la interna se casó con Maciel Caputti, una ex compañera carcelaria que había quedado en libertad, casi dos años después de que se implementó la Ley Nº 26.618 (de Matrimonio Igualitario).
Tiempo después, a comienzos de 2016, la infanticida quedó embarazada y ese mismo año dio a luz a su segundo hijo. El pequeño nació y creció en contexto de encierro.
El crimen de Mariela
Eran cerca de las 8.30 del viernes 27 de julio de 2007, cuando Laura Cecchi y su pareja, José Eduardo González (48), llegaron a la guardia del Hospital Saporiti de Rivadavia.
La mujer traía entre brazos a su hija, de 18 meses, cubierta con una manta y en aparente estado de inconsciencia.
Cuando médicos del nosocomio revisaron a la criatura y confirmaron que estaba sin vida. También detectaron diversas lesiones: golpes, hematomas en todo el cuerpo, quemaduras de cigarrillo, traumatismo de cráneo y hasta una quebradura de vieja data.
A partir de eso, se inició una investigación que terminó con Cecchi y su pareja detenidos.
Ambos quedaron complicados por la necropsia a la menor, que no sólo terminó de confirmar las heridas a raíz de una situación de maltrato, sino que también reveló que la niña falleció ocho horas antes de que su madre la llevara al citado centro asistencial del Este provincial.
Más de un año después, el 5 de noviembre de 2008, la Cámara del Crimen de San Martín, conformada por los jueces Cármen Colonel, Alfredo D’Angelo y Roberto Enrique Martínez, condenó a los dos imputados a prisión perpetua.
A Cecchi la hallaron culpable por el delito de homicidio agravado por el vínculo, mientras que a González le correspondió el agravante por ensañamiento.
Fuente: Diario El Sol