Enzo es de Villa del Totoral, un adolescente risueño, divertido, inquieto.  Hace algunos años, siendo aún casi un niño, tuvo uno de esos episodios que te cambian la vida para siempre.

A finales del 2013 se le diagnosticó Cáncer Infantil, tenía un tumor en la pierna izquierda, tuvo que someterse a quimioterapia durante casi un año y debieron amputarle parte de la extremidad.

Desde chico fue fanático de la bici, y uno creería que con algo como la amputación de un miembro la actividad debería dejarse de lado para siempre pero ni por casualidad eso iba a pasar. No dejó ni por un momento que su amor por las dos ruedas se viese trunco.

Con rehabilitación y prótesis mediante, al poco tiempo ya lo podíamos ver de un lado para el otro en la bici por el pueblo, como un rayo veloz al que nada le impedía pedalear. Y como Enzo, junto a su familia, no saben de límites fueron por más: hoy corre múltiples carreras en circuitos de toda la provincia, bastantes complicados y muy exigentes.

Porque quedarse quieto es para los débiles, y Enzo nunca lo fue, hoy se convierte en el ejemplo de todo lo que está bien. La superación, las ganas de hacer lo que a uno le gusta a pesar de todo y de tener nuevos desafíos a diario convierte a Enzo en nuestro héroe del día, de la vida, junto con toda su familia que siempre fue incondicional.

Este fin de semana participó del Desafió Rio Pinto y, como siempre, no dejó de cosechar comentarios del ejemplo de perseverancia y fuerza que significa para todos nosotros