El hombre detenido ayer acusado de ahorcar a una mujer que alquilaba una propiedad de su familia y con quien tenía una relación sentimental reveló a la Policía que permaneció 14 horas junto al cadáver sin saber qué hacer, hasta que decidió confesar y entregarse.

Hernán Guillermo Cortez (39) llamó al 911 ayer minutos antes, de las 4 de la madrugada, para contar lo que había hecho y brindar la dirección del residencial barrio de Belgrano, en Bariloche, donde se encontraba con su víctima, María de la Cruz (45).

Al llegar y tener el primer contacto con el acusado, los policías escucharon asombrados el relato del hombre, quien además de indicar que había tenido una fuerte discusión con la mujer, reveló que homicidio había ocurrido a las 14 del martes.

Sucedió en la casa familiar de Cortez, de grandes dimensiones, que él mismo administraba y una de cuyas dependencias le alquilaba a la víctima.

El acusado dijo que ahorcó a la mujer en una habitación de la planta alta de la vivienda en la que ella vivía, que luego bajó el cuerpo y lo dejó boca abajo en el suelo, a partir de lo que dedicó las horas siguientes a evaluar qué hacer.

Sostuvo que pensó en suicidarse, pero también analizó la posibilidad de sacar al cuerpo de la casa para esconderlo en algún sitio despoblado, enterrarlo en la propiedad, o formas de eliminarlo dentro de la vivienda.

Sin embargo, confesó que a medida que pasaban las horas comenzó a sentir una presión tan grande que llamó a la Policía para entregarse.

Por otra parte, el juez Ricardo Calcagno dio a conocer el resultado de la autopsia, que confirmó la muerte por ahorcamiento de la mujer, producida entre seis y 24 horas antes del momento en el que fue hallado el cadáver.

El magistrado aguardaba los resultados de las pericias psicológicas del acusado para indagarlo.